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Ha comenzado el juicio contra el Lexicon de Harry Potter

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Ya nos avisó Juliana hace un tiempo de que a J. K. Rowlin no le había hecho mucha gracia la próxima publicación de una enciclopedia sobre Harry Potter, y que se iba a llevar a cabo un juicio para impedirlo.
Precisamente el juicio comenzó ayer en un tribunal de Nueva York. En el banquillo, la editorial RDR Books, que es la demandada por la autora y por Warner Bros., que posee los derechos de autor y de marca registrada de los libros de Potter.
Por mi parte, no culpo a Steve Vander Ark de querer aprovecharse del inmenso filón que supone Harry Potter. Claro, que se quiere aprovechar. La abogada de Rowling y Warner Bros. habló de “plagio masivo a gran escala”. Me pregunto si hubieran emprendido alguna acción legal de no ser que The Harry Potter Lexicon recibiera 25 millones de visitas al año. Bueno, me respondo: no.
Lo cierto es que sienta muy mal que otros se nos adelanten en llevar a cabo proyectos de éxito. El problema está en si ese proyecto no es fruto de un trabajo original y propio sino que se basa en una obra creada por otros. Según J. K. Rowling en declaraciones de ayer,
“el señor Vander Ark destruyó dicho libro, simplemente lo tomó y copió (…) Es descuidado, perezoso y toma mi trabajo a gran escala”. “Ha tomado mi creación (...) realmente se sintió como un acto de traición”
“Derechos de autor “y “plagio” son conceptos que otorgan la razón a Rowling. Al final, la justicia decidirá si ese beneficio que pretende Vander Ark mediante un cierto sentido de la intertextualidad es legal y el mayor o menor tiempo invertido en ella (se supone que son 8 años de trabajo) finalmente le han servido para algo.

Bryce Echenique multado por plagio de 16 artículos

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El máximo organismo de control de la propiedad intelectual peruano, el Indecopi, ha fallado que Alfredo Bryce Echenique plagió dieciseis artículos de medios españoles, mexicanos y peruanos. El plagio esté tipificado como delito penal en Perú pero la sanción del Indecopi se limita a una multa de 50 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), lo que equivalentes a 177.500 nuevos soles o 41.928 euros.
El organismo considera probado que Bryce Echenique se apropió del contenido de los artículos publicándolos como propios entre 1986 y 2006. Los medios españoles afectados son La Vanguardia, de donde sacó cuatro; El periódico de Extremadura, con uno; y especialmente la revista literaria Jano, en dónde el autor peruano se habría servido de al menos ocho.
La defensa de Bryce Echenique argumentó que los presuntos plagios se habían publicado fuera de Perú por lo que el Indecopi no tendría jurisdicción sobre ellos, base legal sobre la que recurrirán. Pero el organismo ha juzgado que estos fueron reproducidos con suficiente notoriedad por los medios peruanos e internet. Tampoco han aceptado el argumento de la defensa de que los artículos plagiados se habían publicado sin la autorización de Bryce Echenique.
Bryce Echenique ya fue denunciado por plagio por el escritor peruano Herbert Morote, pero ganó la demanda por falta de pruebas. La actual sentencia no deja lugar a dudas e incluso podría quedarse corta. Según el diario Peru21, los artículos que podría haber plagiado serían casi el doble, y estaríamos ante un caso de fraude para los anales.
Es sin duda una situación vergonzosa y triste para un autor con tanta prerrogativa como Bryce Echenique, terminar involucrado en un manejo ruin del que desconocemos hasta qué punto es él el responsable. Pero sin duda lo más sonrojante del asunto es, al margen de la sentencia y el acto en sí del plagio, la actitud del escritor en los años en los que lleva en el ojo del huracán.
Primero se desentendió del asunto con arrogancia, ridiculizando el hecho de que él se hubiera rebajado a copiar a autores inferiores. Luego asomó la apología, llena de cinismo, de que el plagio es una forma de halago. Y finalmente confesó su culpa, eso sí, justificándola detrás de un telón de conspiraciones fujimoristas y errores informáticos cometidos por su secretaria.

Nueva acusación de plagio pesa sobre Avatar

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Una revista de ciencia ficción asegura que la historia del filme es la misma de un novela publicada en 1957.


De vez en cuando aparecen acusaciones que buscan resquebrajar el -aparentemente- inevitable camino de Avatar hacia el éxito de taquilla. Hace unos meses atrás el filme de James Cameron fue acusada de plagiar la cinta animada Delgo, y ahora se le sindica de haber copiado un libro editado en 1957.
Se trata de Call me Joe, un relato corto escrito por Poul Anderson, donde, al igual que la historia de Avatar, hay un hombre parapléjico que establece una conexión telepática con una raza de hombres gigantes y azulados que viven en Júpiter. La conexión del humano con estos seres se transforma en tan estrecha que termina siendo uno más en ese planeta.
En el caso de la cinta de Cameron, se trata de un veterano de guerra (Sam Worthington), quien es enviado al planeta Pandora convertido en un Navii, una espigada raza de hombres azules que sostiene una larga enemistad con los humanos.
La "conexión" fue hecha por el sitio de ciencia ficción io9.com, quien menciona que algunos lectores de Anderson están haciendo un llamado para que el autor sea considerado más que como una inspiración, que es como dice Cameron que aparece Anderson en en los créditos del filme, sino que derechamante como un "basado en la obra de ..".
La publicación hace referencia también a los anteriores conflictos de autoría que pesan sobre el director. Como el caso de Terminator (1984), la cinta que lo consagró y donde fue acusado por el escritor Harlan Ellison de plagiar dos episodios de la serie The outer limits. Si bien pese a que el director llevó la historia hacia otros caminos, la productora de Terminator llegó a un acuerdo con Ellison para que el escritor fuera reconocido en los créditos de la película.
Avatar se estrena mundialmente el 18 de diciembre. Un día antes llegará a las salas chilenas.
latercera.com

Desarrollan un software capaz de detectar los plagios musicales

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Analiza el ritmo y las melodías, y luego muestra las similitudes entre dos canciones.


Científicos del departamento de Computación de la Univesidad de Londres y de la Universidad de Hamburgo han desarrollado un software capaz de analizar piezas musicales y evaluar características específicas, para luego compararlas y mostrar las diferencias y similitudes. El software es capaz de analizar cosas como el ritmo, el tono, la cadencia o la melodía. Esta nueva herramienta podría aligerar o poner fin a las disputas sobre plagios en la industria musical. Por Rubén Caro de Tendencias Científicas.

06 Oct 2009 TENDENCIAS CIENTÍFICAS
El plagio musical en la industria musical actual ha sido fuente de interminables enfrentamientos entre artistas desde que muchos de nosotros tenemos memoria. Seguramente a muchos les pasará bastante a menudo que escuchan cierta pieza musical que les recuerda a otra. Y piensan "pero si es lo mismo, sólo que cambiando un poco el ritmo". O quizá "el ritmo es el mismo, sólo cambia la letra".
Muchas veces, sobre todo cuando la música es más simple y repetitiva, puede resultar bastante difícil distinguir fragmentos aislados de piezas supuestamente distintas. Los artistas tienen verdaderas dificultades para conseguir un sonido diferente a otros con el mismo estilo. Para eso algunos utilizan efectos sonoros novedosos, o distraen la atención de la música con bailes o vestuarios provocativos.
Pero el resultado final, y más aún en algunos estilos musicales más limitados, es que todas las canciones tienden a tener el mismo ritmo, o las mismas melodías, o las mismas letras. De ese modo, pese a no denunciarse mutuamente de plagio, la música de ese estilo se empobrece de manera importante. La mayoría de autores de rap o de música máquina , por ejemplo, usan prácticamente siempre los mismos ritmos, las mismas melodías, los mismos vestuarios, los mismos bailes, incluso a veces parece que las letras también son las mismas, pues siempre tratan los mismos temas de manera recurrente.
En otras músicas menos elementales, con más posibilidades creativas, es más difícil que se den situaciones tan evidentes, pero también se dan casos que a veces, estos sí, terminan en los tribunales. Artistas del calado de Madonna, George Harrison o los Bee Gees se han visto públicamente envueltos en escándalos de este tipo. Las cantidad de dinero que está en juego en este tipo de casos es enorme.
El software implementa varios algoritmos de comparación muy avanzados, basados en métodos estadísticos. En su elaboración se han tenido en cuenta el enfoque que hacen las leyes sobre plagio de EEUU. Y para la preparación del sistema se han usado una colección de 20 casos de denuncia por plagio publicados en los últimos 30 años en ese país.